ESPERANZA AGUIRRE: LA GRAN FAMILIA

A lo largo de sus años de Gobierno en Madrid Esperanza Aguirre ha intentado instaurar un Régimen Cañí dentro del sistema democrático español.  Para ello ha recurrido a poner de acuerdo a las “familias” del Régimen, creando un entramado de relaciones económicas, políticas y sociales.

 La triada capitolina que preside el Régimen está compuesta por la propia Esperanza Aguirre, flanqueada por su mano derecha Ignacio González y su otra mano – en ningún caso izquierda- Arturo Fernández.

 La Presidenta, ha ido limitando su círculo de máxima confianza a Ignacio González en el Gobierno y en el Partido, laminando cualquier discrepancia funcional, como las que provocaba el otrora  poderoso Paco Granados, maestro de espías.

 Arturo Fernández, se ha ido convirtiendo en el ministro económico del Régimen.  El testaferro de los intereses presidenciales en la economía regional y nacional.  La voz de Esperanza Aguirre en la propia vicepresidencia primera de CEOE.

 Hasta tal punto llega la fluidez de la relación interna de estos personajes que Lourdes Cavero, la esposa de Ignacio González, Presidenta de la empresa Subastas Segre, ha pasado a convertirse en vicepresidenta adjunta al Presidente de CEIM, Arturo Fernández, con un sueldo base de 78.000 euros anuales.

 No queda ahí la cosa, porque la cuñada de González y hermana de Lourdes Cavero Mestre, Carmen Cavero Mestre, es consejera de la Corporación Cibeles de Cajamadrid, donde cobra 150.000 euros anuales, y también socia de Subastas Segre, como su otra hermana Pilar Cavero Mestre.

 Por su parte el hermano de Ignacio González, Pablo se encuentra implicado en la adjudicación del campo de Golf de Chamberí, en los terrenos del Canal de Isabel II.

 Un círculo de intereses que acapara recursos públicos y los lleva al cajón del beneficio privado.  La última operación consiste en la fusión de dos presidencias en la persona de Arturo Fernández.  La Presidencia de la Patronal madrileña y la de la Cámara de Comercio.  La Cámara de Comercio de Madrid es uno de los pocos organismos, junto a la Agencia de Empleo del Ayuntamiento de Madrid, que podrá contar con una agencia de colocación.

 Con esta operación Arturo centraliza los cuantiosos recursos para el empleo y la formación empresarial en un organismo como la Cámara de Comercio.  El círculo se cierra y el club de intereses que gobierna Madrid afianza su poder político y económico.  La gran familia resulta triunfante, a la espera de nuevas oportunidades de negocio, al calor de nuevas iniciativas públicas, como la privatización del Canal de Isabel II, el Metro, o Telemadrid.  Todo atado y bien atado.

Louise Norton

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